lunes, 11 de febrero de 2013

VAN GOGH


VAN GOGH. LA VIDA
Steven Naifeh y Gregory White Smith
Taurus. Madrid, 2012
32 euros (electrónico:12,99)

La vida, o mejor, las circunstancias de la muerte de Vincent van Gogh, han dado un giro inesperado un siglo después de que fuera enterrado en la villa gala de Auvers-sur-Oise a los 37 años. Hasta ahora, la versión oficial de su fallecimiento citaba un suicidio en un trigal del sur de Francia. El pintor, que había sufrido diversos episodios de enajenación y llegó a cortarse una oreja en un arrebato, se habría disparado un tiro en el pecho el 27 de julio de 1890 para morir dos días más tarde. El arma, sin embargo, nunca fue encontrada. De ese hilo han tirado ahora los escritores estadounidenses Steven Naifeh y Gregory White Smith para hacer una afirmación sorprendente: Van Gogh murió alcanzado por la bala perdida del revólver con el que jugaban unos adolescentes. Fue, por tanto, víctima de un homicidio imprudente.
De confirmarse, la explicación de Naifeh y White Smith podría cambiar la historia del arte. El libro añade aún otra capa de mala suerte a la trayectoria vital de un hombre que no logró vender un solo cuadro en vida. "En la época de su fallecimiento, Van Gogh solía tomarse unas copas con dos chicos de Auvers. El día de autos, uno llevaba puesto un traje de vaquero y jugaba con una pistola defectuosa. Seguro que bebieron demasiado. Una bala se perdió y el pintor, para evitar que les juzgaran, dijo que se había disparado él", aseguran los biógrafos.









No hay comentarios:

Publicar un comentario